Viajar es abre la mete y el corazón al mundo, pero a menudo tiene un coste medioambiental. Con la creciente preocupación por el cambio climático, cada vez más viajeros buscan formas de reducir su huella de carbono sin dejar de disfrutar de experiencias globales enriquecedoras. ¿La buena noticia? Viajar de forma sostenible es cuestión de concienciación y de tomar decisiones sencillas. Tanto si vuelas a través de continentes como si exploras ciudades cercanas, puedes minimizar significativamente tu impacto a través de un transporte respetuoso con el medio ambiente, alojamientos sostenibles, hábitos bajos en residuos y viajes conscientes de la comunidad. Esta, guía, explora consejos prácticos y viables que te permitirán viajar con cuidado y responsabilidad, dejando solo recuerdos, no emisiones.
Los viajes en avión y otros medios de transporte representan la mayor parte de la huella de carbono del turismo. Por ejemplo, un vuelo de ida y vuelta de Chicago a Londres produce aproximadamente 2,2 toneladas métricas de Co2 por pasajero. Además, el ruido de los aviones puede perturbar la fauna local y las comunidades humanas.
Cuando se viaja, hay muchas opciones de transporte, como autobuses, trenes y muchos otros. Los autobuses y los trenes suelen ser menos caros que los taxis o los coches, y pueden ahorrarte la molestia de alquilar un coche o navegar por una ciudad desconocida.
Aunque no le parezca, el peso del equipaje influye en el consume de combustible. Cuanto mas ligero viajes, menos energía necesitara el medio de transporte. Lleva solo lo esencial y ora por prendas versátiles. Además, incluye objetos reutilizables como uno botella de agua, cubiertos, bolsa de tela y una taza.
No todos los hoteles cuidan el medio ambiente, pero cada vez hay as opciones responsables. Certificaciones como Green Key, EarthCheck o LEED garantizan prácticas sostenibles en energía, agua, residuos y más. Apoya a los alojamientos locales, hospedarte en alojamientos familiares, posadas rurales o eco-lodges, contribuye a la economía local y reduce tu impacto ambiental. Muchos de estos lugares utilizan energía solar, reciclan y ofrecen alimentos locales.
El turismo genera toneladas de basura, especialmente de plásticos de un solo uso. Pero pueden evitarlo con un poco de preparación. Usa botella reutilizable, cubiertos de bambú o acero, bolsas de tela, una taza para café o te. No uses los botecitos de champú y gel del hotel, lleva tus productos en envases rellenables. Informe sobre como se separan los residuos en el destino o si no hay sistema, guardar tus residuos hasta encontrar un lugar adecuado para desecharlos.
Mejor manera para reducir su huella de carbono cuando tú viajas. Evite productos importados que requieren transporte y embalaje. Elige comidas locales, frescas y tradicionales. Además, apoya a los productores y artesanos del lugar. Compra recuerdos hechos a mano, tiene menor impacto ambiental y promueve la economía local.
El turismo no debe alterar los ecosistemas ni denar a los animales. Al caminar por área naturaleza, no te desvíes del camino para evitar denar plantos o hábitats. No participas en actividades que exploten animales, como montar elefantes o fotografiarse con animales drogados. Prefiere santuarios éticos y guías locales responsables. No te lleves piedras, corales o plantas. Deja el entrono natural intacto para que otros también disfruten.
Relacionado con el punto anterior, el consumo responsable de pescado y marisco, haciendo hincapié en la pesca controlada y local, tiene beneficios tanto para las comunidades como para la salud del mar y las costas. La observación ética de las especies amenazadas en España reforzará su conexión con los océanos. Y, aunque parezca obvio, nunca, bajo ninguna circunstancia, arroje agua al agua o a las playas.
No todo lo que se promociona como Turismo” es beneficioso. Hay actividades y formas de viajar que perjudican a comunidades, ecosistemas o culturas locales. Cuidado con el “Greenwashing” algunos hoteles o tours se venden como “ecológicos” sin serlo realmente. Investiga, revisa, reseña y verifica que sus acciones sean conciertas, uso de energías renovables, reducciones de plásticos, empleo local, etc.
Cuando reserve un vuelo, busque uno que vaya directamente a su destino en lugar de hacer escala en una o dos ciudades. El despegue y el aterrizaje requieren una enorme cantidad de combustible.
Si quieres reducir tu huella de carbono, tienes que hacer esto. Además de apagar todos tus aparatos electrónicos, hay otra acción sencilla que puedes llevar a cabo para reducir la huella de carbono de tu estancia en el hotel: poner el cartel de “No molestar”
El viaje comienza mucho antes de hacer la maleta. Informarte y reflexionar también forma parte de la sostenibilidad. Antes de viaje, lee sobre el destino, su historia, problemas ambientales, cultura y lengua. Esto te ayuda a conectar de forma más profunda y respetuosa. Durante de viaje, sé un observador consciente. Pregunta, escucha y aprenda. No impongas tus costumbres. Sino que adapta tu comportamiento al entorno. Después de viajes, comparte lo que aprendiste. Escribe una reseña positiva de los lugares sostenibles que visitaste, de visibilidad a negocios ecológicos y sugiere mejorar si algo no fue responsable.
Pruebe a viajar en clase turista. Puede que el espacio reducido no sea ideal, pero según la Calculadora de Emisiones de Carbono de la OIAC puede reducir las emisiones de carbono por persona. La huella de carbono de los pasajeros de clase preferente suele ser el doble que la de un viajero de clase turista. Los asientos de primera clase ocupan aún más espacio y tienen una huella de carbono energéticamente mayor.
Conclusión
Viajar es un privilegio que nos conecta con la belleza y diversidad del mundo, pero también implica una responsabilidad. Reducir tu huella de carbono no significa renunciar al placer de descubrir, sino transformar la forma en que lo haces. Con pequeños gastos, puedes proteger el planeta mientras vives grandes aventuras Viajar bien también es cuidar del mundo que tanto amamos.